sábado, 2 de agosto de 2008

Lo nuevo.

Vivía en una caja de cristal
hasta que me pinché los dedos y empecé a llorar.
Mi pecho se hundía,
mi mente se embotaba y mis cimientos de destartalaban.
Lentamente tomé refugio en el sol, que me bañó las pestañas de espuma
con la armoniosa frescura de una vida nueva.
En cada eco de mi cuerpo
desperté a la vida.
El sol con toda su intensidad se apodera de mi
Y me torno pura estela de universo.

No hay comentarios: